sábado, 3 de enero de 2009

Exilio

Con la consigna en su rostro, siempre latente, estirpe de la convicción auscultada por la nada, contrastada por el sabor de la encrucijada infinita y detractada por la naturalidad inocua, siempre con basca gubernamental, coloreando el rayo, bordeando las escaramuzas del juglar hasta la trabazón del aliento y telando su imaginación, con ansiada hambruna de albedrío, pero siempre y nunca errando hacia el horizonte.



Desde la retrospectiva de los barrotes, la limitación de los mandatos de un gandul y la jaula etérea que encierra en forma voráz, despiadada y con frialdad, siempre eficiente como la omnipresencia del caos místico, del sendero obscuro y de la linde del bosque, el dueño natural de la fuerza del amor libertario , la morada prisionera del camino etrusco y de la cofradía fáctica.
el exiliado como mártir del olvido; la violencia como la paridora de la historia ... Entregado a su confinamiento, cristalizado y eternizándose.

1 comentario:

Anónimo dijo...

:)
como te digo siempre.. me encanta como escribes D: yo nica escribo asi :(
te quiero mati :)
ANONIMO? 1313
naaa jaja :D