Almenaras ardiendo, atalayas aguardaban, tambores resonaban y la algarabía se hacía parte del aire, que corría pavoroso, arrancando del destino. El agua no era cristalina, nunca lo fue; y ahora menos, cuando ya no habrá cambios en el telar de las ancianas, luego la continuidad infinita, como vuestra estupidéz. Las lianas y los pasadizos, las redes y los abismos, todo complotando para llegar al fin de los tiempos y al fin de la tierra, nada más queda esperar el barco que se avecina como vendaval, materializandose, pero incorpóreo, en nuestra vida, detrás de la mente, pasando por nuestros vitrales, saludando como el rayo, siempre errante
Cándidas y crujientes, Pirómanos y ardientes; estas galletas y petardos de plusvalía y bonanza se hacen presentes en el horno y en el "cielo azulado" como la catarsis de un año lleno de alzas , son como un golpe en la cabeza; Todos aquellos quienes se organizaban, protestaban, reclamaban, cuchicheaban, hoy comen y disfrutan de las fiestas del consumo olvidando que es lo que llevó a estar alguna vez alzados como los costos; Ahora sentados comiendo, no se preguntan quién los llevo a protestar algúna vez y no recuerdan la humedad, esa agua de dudosa procedencia que los rocíaba como camanchaca, ya no está; No están los ánimos, no está el espíritu; Esa llama que debería ser el fuego eterno del ser, la razón de existir y no la del sueño americano, es la que va menguando, extinguiendose como un recurso limitado. Un año más que más dá? que más dá que nos pisoteen? que más dá que validemos a los gerontócratas oligarcas y conservadores que con sus visiones escatológicas y su aliento pútrido, desertándonos de causas y nosotros claudicamos ante lo grotesco e insano, lo masivo, la normalidad impuesta, llena de prejuicios y ordenes maltrechas; feligreses auscultados por una actualización del marketing ecleséastico, basura y más basura es la que nos dán, por eso, nosotros somos los encargados de desestructurar el continuismo y alzar nuestras propias formas de vida como estándarte negro, todos unidos por un lazo germinal y etéreo, pero no superfluo; sin el capital, sin la corrupción, una fuerza afectiva y efectiva, libertaria, como el verdadero poder que profesamos en nuestro interior, la juventud del espíritu, la lucha por la verdad y lo que creemos! la pulsión vital verdadera!
Y siempre con la misma cantinela, los pies helados, saparatistas, siberianos, decomizados por otros mundos, tan ajenos. Y hoy justamente pienso con los pies. Hoy justamente me siento en el polo. persiguiendo la ultima estrella visible, intentando alcanzar con mis ideas congeladas, algún brinco cardiaco. y lo encuentro memorizado en el calor del chupe de guatitas y la empaná cardúa, en la alameda frondosa de mi primer lucaso frente al reten de policia, en el resbalín de la 5 oriente a las 8:30, con el mismo frio, y con la chomba teñida de abrazos escolares. El corazoncito saltando en el cubrecamas de los simpson, con mi hermano chico viendo tele y juntando tazos. en el arrastrado sonido de los pasos de la abuela y el "dormir rapidito" del papá milico. en el arcoiris de septiembre y las escapadas al bajo en bicicleta. Y siempre no fue tan malo, y cuando lo fue no había nadie mirandome para saberlo. Ahora hay miles de ojos extraños que me someten con sus locos pelos de meduza. y soy salina como un mar de oriente, amarga y mortifera.inventada por ojos ajenos brujildamente sola con un gato y un hijo. gastada de tanto broncearme con lanzallamas. sobre un escenario ruinoso y vulgar, me banco el dolor del insulto y la tragica convicción de mi estado impoluto, tan soberviamente resistente, solido como plutón pero no me importa mientras tenga un poema de amor en el pecho. latiendo . mientras aún las calas tengan un palito amarillo mirando hacia arriba, y la capilla de rancagua tenga para mi boca de seis años miles de hostias tan ricas como las galletas. No me importa mientras tenga un poema escrito en el dorso de la mano, mientras tus palabras se me escriban como un torpedo infalible para pasar el exámen.
Mientras tú adolescente, sigas esperando que sea feliz, yo seguiré esperando vencer mi tristeza.
Trato de escapar de un laberinto gutural; exiguo de sutileza, creación o conjunción de males encarnados por vástagos ensimismados en un sueño exhortado por escritos sin autor, próceres sin rostro, identidades musáceas como calambúr; ahondando en vuestras entrañas, pálidas, exhorbitadas y ya eternizandose, fantasmagóricas.
Cansado de recorrer los pasajes de una monotonía instaurada; preceptos y lecciones de continuismo, cuando ya llego la hora del final, sin penitencias, dejaré mis risas como herencia, cuando el legado animal vuelve; y se escuchan los vitores de la licantropía, hijos universales, pinceladas de aire mundanal; todo en medio del todo.
y caeré exánime a un suelo de gélida espesura y de solemne solidéz, perdiendo esa amalgama de mortalidad, vorágine de locura, eso llamado vida...
Viví el populismo, encarne una historia politi-rockera que no vendía, o no vendía tanto como nuestros "adversarios" que paradógicamente eran hippies que nos llamaban compañeros, ellos vendían, ellos decían un taller de bicicletas y aplausos, decían panadoles gratis y la ovación, pues así son las cosas "pan y circo". La vorágine producida por estas elecciones se tradujo en un 53.8 % contra un 46.2% de nuestra lista, la que cayó lastimeramente ante las feminas feministas y contestatarias, pero hippies. En ningún momento dude de las capacidades de ambas listas, pero, lo que afecta no es el debate, ni los foros, ni las inversiones, sino el poco criterio, escasez de interés y luego ese lastimero público de electores son los que votan según rostros porque nunca se fijaron en lo real, fidedigno y concreto. Liceo Hippie 09, un cambio significativo, seguramente.
y lloran para sus adentros en una agonia interminable y redundan en sus recuerdos imperecederos.. fantasmagóricos en la linea del destino.. los rieles y el fuego eterno, justo allí entre la lúz eterna y la oscuridad final.
En el primer solsticio, casi en penumbras, arrecian gotas de incertidumbre, estas no sin dejar un rastro de esperanza.
Mientras observo la palidéz del horizonte, el futuro que recae sobre mis hombros se avecina con paso agigantado, así como si Atlas se estuviera liberando, así como una tormenta arremete contra un pueblo inesperadamente, devastando, sumiendo todo a la nada. como resto quedán los vestigios de un pensamiento, un pensamiento incauto, iluso, pasionario, pero quizás algo de razón exista.
Mientras esos engranajes oxidados y sus controladores, en sus espasmos de plusvalía nos condenan a los estereotipos, a lo tradicional y coartan nuestros sueños, nuestra real integralidad y vocación; mortajas nobles en una yerma planicie, en donde yacen esos recuerdos y aspiraciones exitistas de la niñez, problablemente inculcadas por aquél...
Esta grotesca lluvia de millones , esta alianza sionista por elevar a categoría de mesías a Farkas y a los empresarios como José Nazar que burdamente hacen caridad, en un país que curiosamente se jacta de no recibir remesas. Así es la verdad. Multiple, contradictoria, dolorosa... nada más sugestiva, latente. Los niños genialmente complotados con la esperanza, acuñando en sus frágiles cuerpos las guerras clónicas, sostienen un aparato comercial siniestro, parafernálico, virtual,que parodia la solidaridad genuina, la justicia social.
Un frikishow de la peor categoría. Antesala al Festival de Viña, pero con políticos incluidos y la transparencia usufructuadora de un 10% presidencial.
Tras un largo viaje, he olvidado el sabor de los alimentos, el aroma de la naturaleza, el color de las flores, observo que se destiñen, a mis ojos se marchitan, por el oriente una nube de avecina, el canto de los pájaros no lo escucho de hace días, despierto más tarde. Mi viaje terminó, aún así me siento un viajero, un ajeno, un desconocido en lo antes conocido, creí en las patrañas y en los ojos cristalinos del agua, subo un monte para tratar de mirar al horizonte y observar desde lo alto y con el alba en mis hombros, no todo está perdido.
Que desconsuelo es saber que viviremos una cantidad determinada de primaveras, que estás últimas no sean vividas, si no sobrevividas, llevando el yugo en nuestra frente, esas marcas que le intervienen al entorno, nuestros entornos son perpetuos, como el mural de los gritos, una muerte abismal.
Cuando nos damos cuenta que teníamos la razón ya no somos jóvenes ni tenemos la razón, la mente cambia, los patrones se mantienen, es entonces que somos partícipes de nuestro anacronismo, lo sabemos pero, disimulamos ante un tumulto consagrado denominado sociedad, somos los fieles retratos de nuestro antagonista predilecto,
Exánimes de tanto vivir o resistir, ese cansancio ya no es un estado, es nuestra antítesis de vida enarbolada entre los recuerdos de exilio y la identidad sin rostro, hemos sido parte de nuestra destrucción, aún así no queremos destruirnos, creíamos en el altruismo y la moral. La sed de vida y el miedo a la muerte nos hacen abandonar lo que parecía inalterable bajo cualquier parámetro de metamorfosis, incluso lo que yace en esos mausoleos grabados en marfil, ese nombre el cual caracterizábamos en un ayer, ya no es si no parte de un pasado incierto, que se transforma en un luto perceptible en nuestra palidez etérea y en nuestra amargura endógena, no somos viejos, sino dilapidados, viejos fusibles reemplazables y convencionales de un sistema y una normalidad impuesta sujeta a la evolución del pensamiento, ya no somos, éramos.
Entre la oscuridad,la lóbrega habitación de mi yermo lóbulo caótico, arácnidos y ratas etéreas que precedían a los vitores, en la soledad de la autarquia indeleble y del viento gutural que grita en las entrañas un vacio abismal, más allá de la muerte.
