jueves, 17 de noviembre de 2011

Unbestreitbar



Si alguien dice negro:
no se le tiene necesariamente que responder con blanco, también se puede reconocer que el negro está desteñido o que el blanco está percudido

martes, 8 de noviembre de 2011

Horas exánimes




Con mirada farisaica me observa un zorzal
Para colmo, farfulla entre un chirrido instrumental
No comprendo su sermón, parece un faraute con bozal
con un abrigo de colores y un ala solitaria
Ahora, Planea sobre el arrozal
Se marcha, Se escurre mi mirada más allá del arenal

Ya no hay quien me vea, no hay quien me escuche
parezco un orate gritando a campo travieso
tan travieso que atravieso y solitario
Parezco un crápula con trayectoria,
el zorzal se va yendo libre y yo como hombre errabundo
dislocando mi semblanza alocada
Para darme cuenta de su vuelo
para recordar que soy un vaga-mundos sin alas y sin duelo


No es templanza lo que ha desfigurado mi semblante
No es honor ni gloria lo que falta me hace
Extraño mi alma, que perdí cuando nací,
Cabe esperar mi letargo, que la tormenta arrecie,
Que vuelva el zorzal, que me despida, que me entierre,
resistir una espera sin tiempo para mi fenecer


Sólo en mi espera florece una margarita que me despierta de mi borrachera
Sin que le dijera un picaflor se acerca creyéndose mancera,
En mi mano ambos se juran un amor tan volátil, de ranchera
Vitoreando escucho el viento, mi hora, un segundo lento
Me parece más cerca el linde
En el bosque al zorzal lo veo
al zorzal Lo veo y no lo creo
Más allá del pedregal